martes, 23 de febrero de 2010

Muere Orlando Zapata Tamayo, otro héroe de la lucha por la democracia en Cuba

 

Hoy fue segada la vida de Orlando Zapata Tamayo, prisionero de consciencia de la Primavera Negra de Cuba (2003). Hace varios días los medios alternativos de comunicación veníamos haciéndonos eco de su delicado estado de salud tras una prolongada huelga de hambre de 85 días. Como consecuencia de la misma -también a causa de las torturas sufridas en prisión y sobre todo del abandono al que lo sometieron sus cancerberos, el estado de Zapata Tamayo  fue degenerando hacia una neumonía que le causó la muerte.  

Como en las mejores historias del nazismo durante dieciocho días  a Orlando Zapata Tamayo le negaron hasta el agua. Orlando Zapata Tamayo se convierte así en mártir de la democracia, víctima de la dictadura castrista, del racismo y del empecinamiento absurdo de quienes dirigen un sistema que agoniza. 

¡ESTO ES UN ASESINATO!  Como tal, sólo provoca rabia, indignación y un dolor ciego. Ningún hombre merece morir por pensar diferente. Su muerte en sinónimo de barbarie.

Sin embargo, Orlando Zapata Tamayo nos mostró que sólo la verdad nos hace libres.

Nuestros pensamientos están con su madre, Reina Luisa Tamayo, de quien ofrecemos aquí un testimonio. También hacemos extensivo este mensaje a su familia y a todas  Las Damas de Blanco. En nombre de todos los cubanos que sentimos que en cada vida que  cobra esa dictadura se nos muere lo mejor de Cuba y se apaga también un sueño de libertad.


ANILLOS DE CENIZA

Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio. 

Nota: estos versos se los dedicó la poetisa argentina Alejandra Pizarnik a Cristina Campo.  A ella,   que poseía el raro don de evocar la tristeza con las palabras precisas, se los pido prestado para homenajear a este héroe cubano. 


Testimonio grabado por los bloggers  Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar.

Updated: lo único que atiné a hacer tras escuchar a esta madre fue abrazar a mis hijas, a ahogar mi pena en sus pechos ¿Cómo permanecer indiferente ante la  maldad que provoca tanto dolor? No sé si el mundo escucha, pero creo que deberíamos perforarle los tímpanos con nuestro grito. 

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