domingo, 21 de junio de 2009

Para todos mis padres

Se me está acabando el día de los padres y no quiero dejar pasar la ocasión para felicitar, desde este blog, a todos los padres que he tenido en mi vida. Puede parecer un poco raro pero debo aclarar que pasé mi infancia y buena parte de mi adolescencia buscando a mi padre biológico. A éste, que es de origen boliviano lo encontré –como en una de esas novelas de Isabel Allende- a la edad de 18 años después de haberlo rastreado por medio mundo de las más disímiles maneras y eso, sin poder salir de mi país de origen y residencia en aquel entonces, Cuba.

Como la situación se pintaba sola, por el camino conocí a muchos que me brindaron todo el cariño y atención que mi padre biológico no pudo darme durante esos años. El primero de esos maravillosos hombres fue mi tío Fernando, hermano de mi madre, a quien siempre llamé “papi”. Un ser muy especial con quien sostuve una de las relaciones de amor más grandes de toda mi vida. Y es que pienso que hay personas que nos conocen desde otras vidas y con ellos todo, por difícil que sea, se vuelve más llevadero por esas ganas con que nos estrechan siempre en un abrazo profundo, como acercándonos más al centro de su alma. Como no podía ser de otra manera, ese hombre para mi fue y será siempre mi verdadero padre.


Recuerdo que a pesar de ser mecánico de profesión, su taller estaba rodeado de repisas en las que descansaban libros impresos en la revolución. Las ediciones, casi todas Huracán, eran pésimas, pero contenían verdaderas joyas. Mi tío había leído todo lo que se imprimió en Cuba de Balzac, Stendhal y Hugo; adoraba la literatura francesa. Por él comencé a leer a los clásicos de la literatura española siendo una niña y más tarde, a los autores franceses. Mi tío -a quien pueden ver en la foto aquí arriba- se llamaba Fernando, nombre que encuentro hermoso con sólo pronunciarlo.

Era un hombre jovial y todas las personas que lo conocían lo amaban. Así me lo confirmó mi madre quien, cuando éste murió a sus 50 años, tuvo que abrazar y estrechar la mano de cientos de hombres y mujeres que pasaron a saludarla y a contarle historias de cosas pequeñas o increíbles que él había hecho por ellos. Por aquel entonces Fernando era Gran Maestro del templo de una Logia masónica cuyo nombre se me ha extraviado en la memoria. Como en uno de esos absurdos que recuerdan a las tragedias griegas, yo no pude llegar a tiempo para despedirme de él. Ese fue, con mucho, el golpe más duro que sufrí durante mi primer año de exilio. A veces, para darme fuerzas, me digo que es preferible no haber visto en lo que se convirtió debido a la enfermedad que lo iba consumiendo. Yo prefiero recordarlo con su risa abierta, su cabello ondulado y brilloso, su olor a faena dura y su eterna cara de muchacho soñador.

Otro hombre especial en mi vida ha sido Alberto Enríquez Rodríguez, a quien todos en Cuba conocen bajo el pseudónimo de Alben. Caricaturista en Palante, dibujante de los personajes Holmos y Watson, a los que daba vida inspirado en los guiones de la escritora y humorista Evora Tamayo, Alben fue junto a su inseparable Evora (tal como aparecen en la foto que sigue), uno de mis mejores amigos de adolescencia. A mis 17 años él me acogió como si fuera una mascota en su vida. Solíamos pasear, ir a cenar y eso era motivo para sostener interminables charlas sobre los más disímiles temas. Pocas personas podían explicarse esa relación tan especial y en ocasiones, el Maestro –como cariñosamente le llamamos sus amigos- tuvo que enfrentarse a la maledicencia por causa de nuestra amistad. Hoy en día tiene 80 años y se mantiene activo. A él le debo mi pasión por la fotografía, buena parte de mi sentido del humor y una confianza en el talento que no conoce límites.

Cuando mi padre biológico me visitó por primera vez en Cuba, cumplió con el ritual de ir a saludar a estos dos señores para agradecerles todo lo que habían hecho por mí. Yo –no voy a mentir-, me sentí feliz cuando lo encontré y tuve la certeza de que no habría nada que me propusiera en esta vida que no fuese capaz de lograr.

Luego, de forma más tardía, llegó el arquitecto Orestes del Castillo a mi vida (aparece junto a mí en la foto de aquí arriba). Desde que nos conocimos, Orestes ha sido un verdadero padre intelectual a quien debo el amor por mi profesión y la restauración de la Ciudad de La Habana. Gracias a él realicé varias exposiciones a comienzos de mi carrera. Para mí, como para muchos jóvenes, ha sido una persona decisiva en nuestra realización profesional.

De manera curiosa con todos estos padres que aún están, mantengo vínculos muy estrechos de amistad y verdadero cariño. Lo mismo me sucede con algunos de mis profesores que no han sido padres pero que cuentan con más “hijos postizos” que Matusalén. Entre ellos cuento a Osvaldo Raya e Y. B., verdaderos actores en mi formación. También a mi tío Juani, con quien siempre es un placer conversar, o a Richard, ex novio de mi madre con quien aún intercambio mensajes. Recuerdo especialmente a mi amigo Lázaro, también caricaturista en Palante, otro excelente padre. O a mi amigo Antonio Martín, "panino" de mi hija Enya (en la foto de aquí abajo junto a ella y su hija Liné) y a mi amigo Alfredo Bravo, ambos padrazos donde los haya.

Para todos ellos, mi sencillo homenaje hoy y siempre. Sepan que guardo en mi corazón momentos únicos y especiales que he compartido junto a cada uno de ustedes. Por eso, puedo aseverar que todo lo que soy y seré tiene y tendrá siempre, algo vuestro.


12 comentarios:

  1. HERMOSO ESCRITO AMIGA. ESO HABLA MUY BIEN DE TU SENSIBILIDAD Y SENCILLEZ.
    QUE BUENO TENER UNA AMIGA,AUNQUE SEA EN FACEBOOK,COMO TU. UN ABRAZO. SERGIO LASTRES.

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  2. Sergio, muchas gracias por tus palabras y tu amistad. Anoche estuve hasta muy tarde viendo tu magnífica obra en Facebook. Las fotos son muy buenas y los cuadros también. Tienes mucho talento. Un saludos para ti desde Montreal.

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  3. Qué lindo, Is, que compartas estas líneas con nosotros.
    Mis felicitaciones también para ellos, estén o no.

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  4. Gracias, amiga, te parecerá mentira, pero ese día entre otras cosas también pensé en la relación tan linda que tienes con tu padre, en la forma en que siempre te expresas con relación a él, en lo que haces al publicar sus escritos en "¡A empujar el almendrón!". Cuando pienso en todo eso me digo, ¡qué chiveta que tengamos que vivir tan lejos de los seres que más significan para nosotros y todo por culpa de "la maldita circunstancia..."! Un abrazo.

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  5. Isabella, la "maldita circunstancia" tien nombre y apellido y vio la luz del mundo, que ha pretendido ensombrecer, al menos en Cuba, allá, en Birán. Descubro tu blog gracias a los comentarios en el blog de Chiquita Mala (para mí, mi buena Chiquita). Hago un enlace de tu espacio, y..., un beso del Cerdo, con todo respeto.

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  6. Me uno a esas felicitaciones, isa. Que bueno que hayas tenido esa red de seguridad en tu vida. Muchas gracias. Y bienvenida a la blogosfera, que ya se que estuviste ocupada en Rio :-).

    Saludos desde Londres.

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  7. Chanchito, así es, amigo, una "maldita circunstancia" con nombre y apellido que deja su onda expansiva por donde quiera que pasa... Yo sí conocía tu blog. Gracias por pasar. También te enlazo. Un saludo para ti.

    Cuban: como siempre, ¡qué bueno tenerte de visita por aquí!

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  8. Hola Isabella me encanta que regreses, gracias, dejo esto, esta fuerte el video
    abrazos

    Gloria Amaya madre de los hermanos Sigler Amaya presos políticos cubano, denuncia que uno de sus hijos esta muriendo en una celda de castigo.
    Esta señora fundadora de las Damas de Blanco tiene mas de 80 anos y ha sido golpeada en 2 ocasiones por las fuerzas represivas del régimen

    http://www.youtube.com/watch?v=T_4KbEUetM0

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  9. Chiqui, ya lo vi. Es criminal lo que hace el gobierno cubano con los presos políticos, gente que sólo ha luchado contra ellos exponiendo sus ideas que son las de la libertad y la democracia para el pueblo de Cuba. Cada vez que escucho testimonios como el de Gloria Amaya, algo se me rompe por dentro. Sabes que te apoyo en tus iniciativas. Un abrazo para ti.

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  10. Isabella, gracias por tus palabras en mi post sobre el día de los padres y así mismo es, mi hija es un mundo aparte para mi donde dejo de ser hombre para convertirme en otro niño junto a ella, mi Sammy no es mi "chama", Sammy es el angel que Dios me ha dado en custodia, la verdad de las verdades donde todo lo demás es pálido y tímido si se le compara con ella, es ,mi mundo privado donde absolutamente nadie puede meter un dedo.

    Un saludo Ivan.

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  11. Iván, esas palabras tocan fibras muy sensibles. Me siento un poco igual con mis niñas, que son dos. Ellas son mi recinto, mi paz y sobre todas las cosas "mis amiguitas", pero también todo lo que me impulsa a seguir adelante en esta vida. Para ellas yo soy padre y madre la mayor parte del tiempo. Por eso me conmueve tanto que un hombre pueda escribir cosas tan bellas y tiernas respecto a su hija. Saludos para ti.

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  12. Hola, Isabella:

    Entré aquí por casualidad. Necesito comunicarme contigo porque estoy tratando de localizar a alguien a quien mencionas en tu post. ¿Podrías buscarme en Facebook, si es que tienes una cuenta allí? Me urge hallar a esa persona.

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¿Y qué tú crees?

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