domingo, 22 de marzo de 2009

Para Margarita, la más tierna flor

Hoy es el cumpleaños de mi madre. Ella es uno de esos seres que mejoran con los años. Suelo pensar que es porque nació en la fecha en que estalla la vida. Mi madre tiene nombre de flor y posee la sencilla belleza de su nombre. Sin embargo, hoy no siento el efecto que siempre provoca en mí la llegada de la primavera. Estoy lejos y tengo gripe. Un catarro de aquellos que -a la edad que se tenga- reclaman una madrecita. Unas manos que nos acaricien la cabeza y nos preparen un buen caldo de pollo, un té caliente con limón y miel de abejas. Sentir que se nace de nuevo de ese calor y aroma únicos que es el de la madre de uno. Ese afecto que regenera casi cualquier herida.


Como verán, tengo un pequeño invernadero en mi ventana. Allí cultivo orquídeas, aunque esta semana mis hijas y yo también instalamos dos mini invernaderos con Margaritas y Girasoles. Hace un par de días floreció mi Phalaenopsis morada. Cuando las contemplo pienso que no existe belleza más acabada y exquisita que la de las orquídeas. Mientras observaba con detenimiento la recién florecida, me vino a la mente mi orquídea blanca, una Phalaenopsis aphrodite (Moon Orchid), que como un gesto divino floreció el 4 de noviembre 2008. Creo que todos saben que esa fecha marcó un hito en la historia, no sólo de los Estados Unidos, sino del mundo contemporáneo. Ese día, al elegir al primer presidente negro de su historia, el pueblo norteamericano nos dio una lección de equidad y justicia. Recuerdo la conmoción que me causó la noticia, me vuelvo a ver en aquel momento, escuchando la pausada intervención del Presidente recién electo, Barack Hussein Obama. Pienso que fue un momento de redención para el pueblo norteamericano. Yo sentí una inmensa felicidad pero también mucha envidia. De nada me sirvió haber votado en Canadá en unas elecciones que no aportaron cambio alguno. Aquella noche del 4 de noviembre 2008 deseé intensamente poder vivir algo similar entre los míos, allá en Cuba.

Por eso, aquella orquídea mía fue bautizada con el nombre de American Beauty. En cambio, hoy busco algo relevante que me inspire un nombre y no puedo menos que pensar en la Primavera Negra de Cuba. Inevitablemente, mis pensamientos cada domingo vuelan junto a esas madres que siguen reclamando una amnistía en las calles de La Habana. Comparado a su dolor, mi pena es una bufonada. El exilio es dorado si se piensa en aquellos opositores encerrados en las cárceles cubanas, quienes a pesar de estar en suelo patrio, muchas veces ni siquiera pueden ver el rostro de sus madres y sus seres queridos.

Tomo el teléfono con resignación; le hablamos a mi madre. Su voz es como un bálsamo. Me comenta que ha pasado un día triste, que nos echa de menos pero recién acaban de llegar mi hermano y unas amigas con un pastel de cumpleaños. Ella ha sido víctima del totalitarismo de aquel sistema en múltiples ocasiones que no vienen al caso ahora. Pero hoy no hablamos de eso. Eso sí, me hace saber que el filtro de su servidor no le deja pasar los post que aquí publico. Algo se revuelve en mí, algo se rebela desde lo más profundo. ¡Qué vergüenza para los censores, intentar poner barreras a palabras e ideas! Verdugos del pensamiento, de la libertad más elemental de todo ser humano. Entonces vuelve otra vez con fuerza la imagen de mi orquídea y esta vez -a pesar de su hermosura-, el nombre brota solo: Black Spring. Y yo, ¡qué más quisiera que con ella floreciera algo más que un poco de esperanza!

8 comentarios:

  1. Felicidades a tu mami!

    Saludos desde Londres.

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  2. Is, como siempre tus palabras me conmovieron. Sigue asi, mi amiga, tu narras el sentir de muchos y el dolor de los de alla, es el dolor de todos.
    Cuidate y ojala que pronto estes bien.
    Iliana

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  3. Estimada Isabella, conoci tu blog cuando publicastes el primer post. Vuelvo, y ya le veo cuerpo y continuidad. Felicidades! Te agrego en Noche de Ronda por los Blogs de El Imparcial Digital, y de paso tengo a Chez Tois a mano...

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  4. ¡Oye, que se aleja uno un poquito y cuando vuelve las sorpresas son todas gratas! ;-)

    Cuban: muchas gracias. ¡Felicidades recibidas y transmitidas!

    Ilia: te escribí a tu email. Gracias, sabes que es un orgullo para mi lograr que empieces a participar en la blogósfera. Sé que te das tus vueltas, pero hay que hablar, hay que expresarse para ayudar a formar un estado de opinión. Un abrazo.

    Don Eufrates: muchas gracias por su amable visita y por agregarme a su selecto grupo de Noche de Ronda. Ya sabe cuánto admiro su blog y su trabajo, al punto que si un día dejo de entrar, luego me actualizo. De modo que su comentario me enorgullece.

    Aquí les dejo la respuesta que mandó mi madre. Como verán, finalmente logró leer uno de mis post y para sorpresa de ambas, ¡fue justo este! A todos, gracias por pasar.

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  5. He aquí las palabras de mi madre. Quiero agradecer a mi prima Niura, quien me leyó desde Italia e hizo posible que mi madre recibiera ese texto mío. También les agradezco a quienes me mostraron su solidaridad y escribieron a mi email o por aquí, muchas gracias.

    (Cito)

    Is:

    Al fin recibí uno de tus artículos, Niura leyó en el que hacías referencia a mi cumpleaños y me lo mandó y llegó.

    Me emocioné como madre con tus palabras y también por la parte que me toca como cubana, por lo que he padecido y seguimos padeciendo, por nuestra separación y en fin por todas esas cosas que marchitan nuestros pensamientos y esperanzas.

    (...)

    Espero que hayas mejorado de ese catarro, pídele ayuda a las niñas que ellas te pueden dar una mano.

    Cuídate. Te quiero mucho.

    Mamá

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  6. Mira eso, y ahora es que paso...
    Un beso a tu mami y espero que ya estés mejor de la gripe.
    Aunque en Cuba no tengamos las 4 estaciones que conoce todo el mundo sino lluvia o seca, o calor o frío isleño, creo que "primavera cubana" no significará ya otra cosa que no sea la negra, por la que aún protestan las damas de blanco. Me gustan más los colores de tus flores...
    Un beso,
    AB

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  7. Querida Isbel; muy conmovedor este post tuyo, le llega a uno al alma. Es como la voz de todas las mujeres, de todas las madres y todas las hijas, de todos los dolores, de todos los amores que hemos hemos dejado en esa isla.
    Tus flores, tus orquideas, tu invernadero, le dan vida y espacio a la esperanza. No estamos solos, Isbel. Dios está con nosotros, lo llevamos dentro, y es la fuerza y el Amor que nos asiste.
    Pronto la primavera llegará con toda su intensidad a tu ventana y serás feliz, y no tendrás catarro y tus niñas saltarán de alegría.
    Ah, sí, te enviaré mi libro de poemas, La otra mejilla. Te lo debo.
    Un beso y muchas bendiciones,
    Belkis
    www.belkiscuzamale.blogspot.com

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  8. Agua: no me resigno a creer eso y espero que algún día tengamos la fuerza como pueblo para poder cambiar esa situación. Sí, mis flores son lindas, gracias. Las cultivo con amor. Me gustan mucho. Cariños para tí.

    Belkis: ¡Señora mía! Le digo como a Eufrates, es un honor tenerla por aquí. Muy bellas y reconfortantes tus palabras. Sí, las mías aquí estaban cargadas de tristeza. Desgraciadamente, ese es el sentir de la mayor parte de quiénes estamos exiliados. Un abrazo.

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¿Y qué tú crees?

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