"Y ahora me entero que el sábado en el cine Riviera, se desarrolló un concierto de rock pero a sala llena, dicen que súper repleta, allí se fumó y se bebió lo que quisieron. Terminado el espectáculo, alguien del público subió al escenario y dijo que el próximo sería cuando hubiera libertad en nuestro país.
Resultado: Destituyeron al director del proyecto 23, él era responsable de la administración de todos los cines de la calle 23 en los cuales se programan muchas actividades culturales, siempre alquilando los locales, o sea que se percibe dinero por eso.
La orden fue bajada por el propio ministro de cultura y puesta en práctica al momento. Así estamos, la cosa está caliente ¿Que te parece?".
La orden fue bajada por el propio ministro de cultura y puesta en práctica al momento. Así estamos, la cosa está caliente ¿Que te parece?".
¡Pues qué me va a parecer! Otro abuso de poder que demuestra la impotencia de las autoridades ante el creciente descontento, cosa que los artistas manifiestan sin tapujos en sus creaciones. Por otra parte, los intentos por contactar a la administradora del cine Riviera -quien casualmente salió de vaciones quince días- han sido vanos. De modo que nadie ha podido aportarnos más detalles sobre estos sucesos.
El Proyecto 23: algunas precisiones sobre su funcionamiento
Recordemos algunos detalles. Según lo que aparece relacionado en la página web del Proyecto 23, se trata de una "(...) experiencia desarrollada desde 2002 por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos - ICAIC, con el fin de vincular opciones culturales como el teatro, la música, la literatura y las artes plásticas, a la programación y exhibición en las salas de cine de la Calle 23. El proyecto busca convertir los espacios ubicados en el tramo comprendido entre la calle 14, hasta la calle O en el Vedado habanero, en un circuito de centros culturales".
Lo que no se menciona en esta página es que también, como parte de la crisis financiera a la que se ven perennemente confrontadas las instituciones cubanas, el Proyecto 23 no sólo promueve la cultura, sino que aplica una fórmula que echa mano a la autogestión y al autofinanciamiento de sus instalaciones mediante el alquiler de sus espacios.
Sympathy for The Devil
Si retomo Puños arriba: premios Matraka…, el artículo publicado por Lía Villares en su blog Habanemia el 6 de abril 2009, supongo que el concierto de rock del que me hablan en este email pueda ser la cita de los premios Matraka para los artistas de rap y hip-hop. Yo no estuve allí, pero Lía sí. Por eso les dejo el enlace aquí abajo; eso les permitirá hacerse una mejor idea de la atmósfera que allí reinaba. Como pueden ver por la imagen que tomé prestada de su artículo, el logo del evento es más que sugerente. Esa imagen es un grito de lucha, de oposición y reclamo.
Personalmente, no me gusta el rap, ni el reggaetón, ni el hip-hop pero cuando veo que en el mundo de la cultura cubana siguen ocurriendo este tipo de cosas siento lo mismo que cuando censuran el rock en la isla. En este caso, se trata de una represalia burda a un funcionario que no sólo tenía el afán de gestionar de forma rentable esos espacios, sino que además brindaba a estos artistas la posibilidad de presentarse ante su público. Como es sabido, estas manifestaciones, al hacerse eco del descontento social y los reclamos de libertades artísticas y ciudadanas, pasan a ser censuradas y boicoteadas por la oficialidad.
Si analizamos el hecho, no se trata de una destitución más. Ubiquemos las cosas en su contexto. Como se lee en el artículo que cito, fue un evento sin cobertura ya que toda la atención estaba concentrada en la Bienal de La Habana. El Director del Proyecto 23 fue un chivo expiatorio. Salvando las distancias, esto me recuerda al caso de Marcia Leiseca a finales de los 80. Se trata de otra advertencia: nada de simpatías por los artistas y sus planteamientos. Un funcionario de la cultura cubana no debe olvidar su papel. Para quienes no hayan leído las declaraciones de Abel Prieto al diario La Jornada, se las recomiendo. Así entenderán mejor cómo se desdobla el ministro cuando dice que “Cuba fomenta un arte crítico para defender la utopía”. ¿Problemas de coherencia en su discurso? No lo creo. Después de todo, ya lo dijeron los Rolling Stone, en este caso queda claro que lo del ministro que representa a los artistas en la isla es “Sympathy for The Devil”.
Lo que no se menciona en esta página es que también, como parte de la crisis financiera a la que se ven perennemente confrontadas las instituciones cubanas, el Proyecto 23 no sólo promueve la cultura, sino que aplica una fórmula que echa mano a la autogestión y al autofinanciamiento de sus instalaciones mediante el alquiler de sus espacios.
Sympathy for The Devil
Si retomo Puños arriba: premios Matraka…, el artículo publicado por Lía Villares en su blog Habanemia el 6 de abril 2009, supongo que el concierto de rock del que me hablan en este email pueda ser la cita de los premios Matraka para los artistas de rap y hip-hop. Yo no estuve allí, pero Lía sí. Por eso les dejo el enlace aquí abajo; eso les permitirá hacerse una mejor idea de la atmósfera que allí reinaba. Como pueden ver por la imagen que tomé prestada de su artículo, el logo del evento es más que sugerente. Esa imagen es un grito de lucha, de oposición y reclamo.
Personalmente, no me gusta el rap, ni el reggaetón, ni el hip-hop pero cuando veo que en el mundo de la cultura cubana siguen ocurriendo este tipo de cosas siento lo mismo que cuando censuran el rock en la isla. En este caso, se trata de una represalia burda a un funcionario que no sólo tenía el afán de gestionar de forma rentable esos espacios, sino que además brindaba a estos artistas la posibilidad de presentarse ante su público. Como es sabido, estas manifestaciones, al hacerse eco del descontento social y los reclamos de libertades artísticas y ciudadanas, pasan a ser censuradas y boicoteadas por la oficialidad.
Si analizamos el hecho, no se trata de una destitución más. Ubiquemos las cosas en su contexto. Como se lee en el artículo que cito, fue un evento sin cobertura ya que toda la atención estaba concentrada en la Bienal de La Habana. El Director del Proyecto 23 fue un chivo expiatorio. Salvando las distancias, esto me recuerda al caso de Marcia Leiseca a finales de los 80. Se trata de otra advertencia: nada de simpatías por los artistas y sus planteamientos. Un funcionario de la cultura cubana no debe olvidar su papel. Para quienes no hayan leído las declaraciones de Abel Prieto al diario La Jornada, se las recomiendo. Así entenderán mejor cómo se desdobla el ministro cuando dice que “Cuba fomenta un arte crítico para defender la utopía”. ¿Problemas de coherencia en su discurso? No lo creo. Después de todo, ya lo dijeron los Rolling Stone, en este caso queda claro que lo del ministro que representa a los artistas en la isla es “Sympathy for The Devil”.
gracias por la noticia. Creo que ya no podran contener el dique que se ha abierto. Los gritos de libertad seran escuchados cada vez mas en nuestro pais. Seguramente veremos nuevas destituciones y abusos de poder; pero lo nuevo es que la gente ha dejado de tener miedo. Hay mucha presion por todas partes. Es un momento muy interesante, me parece. Ya veremos.
ResponderEliminargracias tambien por los Rolling Stones. Yo soy un big fan del grupo.
Gracias a ti Ernesto, por comentar. Sí, es un momento súper interesante. La diferencia con los 80 y los 90 es que ahora no pueden controlar la información. La gente ha perdido el miedo a hablar, a expresarse y -después de la guerra de los emilios- hacer circular las noticias por correo electrónico y a través de los blogs se ha vuelto una práctica corriente. Por más que lo intenten, ya no les es posible cometer estos abusos sin que nadie se entere. Como sabes, eso es lo que va creando un estado de opinión. Por eso el papel que juegan los blogs en Cuba es tan significativo, porque al hacer que el Estado pierdan el control sobre la información logra que el régimen se debilite a pasos agigantados. Como dices, ya veremos qué otras sorpresas nos deparan en su intento por prevalecer. En cuanto a los Rolling, me alegra que te gusten. Saludos para ti.
ResponderEliminarA mediados de los 90 un grupo de amigos mios y yo teniamos un proyecto cultural llamado "Atrapando Espacios", como la cancion que popularizara Xiomara Laugart. Nosotros nos haciamos llamar "La Mesa Coja". Escogimos la casa de la Cultura de Centro Habana para empezar y un an-o despues nos mudamos para la Galeria de 23 y 12. Un dia (sabado) a alguien se le ocurrio decir "Abajo Fidel!". Recuerda, era el '95 ya. No se todavia como estoy aqui en Londres y no pudriendome en una carcel cubana.
ResponderEliminarLos medios de censura estan por doquier. Todo evento cultural que se haga tiene que tener el visto bueno del régimen y desgraciadamente hay gente que se olvida de ello. Por supuesto que hay que decir cosas, pero a veces uno jode mas por apurarse que por tener paciencia.
Muchas gracias por el comentario.
Saludos desde Londres.
Así es Cuban, allá todo lo relacionado con la cultura está controlado y supervisado por funcionarios que nada tienen que ver o entienden sobre ella ¡Te escapaste de buena! ¿Sabes? Por lo que me cuentan que pasó en el Riviera no creo que la cosa haya llegado a tanto. Más se dijo en el Performance de Bruguera, pero como aquí no hubo difusión resultaba mucho más fácil aplicar una medida de este tipo. Es una pena, a los raperos en Cuba los marginan mucho y ya se sabe que son músicos que generalmente provienen de ambientes conflictivos. Cerrarles los espacios -cosa que ya antes ocurrió con el festival que se hacía en el anfiteatro de La Habana vieja- no hace más que agravar la situación. Saludos para ti.
ResponderEliminarestoy de acuerdo con ernesto, creo que ya las cosas no podrán ser como antes. tengo un primo en cuba que pertenece a una banda de hip hop. le voy a preguntar a ver qué dice al respecto.
ResponderEliminarbeosos chez
Grettel, si te enteras de algo más nos cuentas. Gracias por comentar. Saludines.
ResponderEliminar