Alberto Fujimori: una de tiranos

La noticia recorrió los titulares de los principales medios de comunicación esta semana: el ex presidente peruano Alberto Fujimori, fue condenado este martes por un tribunal en Lima por violación de los derechos humanos. Tratándose de un país latinoamericano y de un mandatario que gobernó durante diez años (1990-2000), la noticia no deja de tener su tinte surreal, pues sabemos de la tradición de gobiernos corruptos y de la impunidad en ese continente.

Recordemos que el mandato de Fujimori se caracterizó por la lucha contra el terrorismo, encarnado en los grupos Sendero Luminoso y MRTA. Sin embargo, según prueban informes desclasificados y publicados recientemente por la organización no gubernamental Archivo de Seguridad Nacional (ANS) en su sitio internet, a escasas semanas de su toma de poseción, el ex mandatario ya había creado los llamados "escuadrones de la muerte" como parte de las operaciones antiterrorismo. O sea, que en la lucha por exterminar ese flagelo, el Estado dirigido por Fujimori violó repetidamente los derechos humanos. Así mismo, se vió implicado, en más de una ocasión, en escándalos de corrupción.

Como suele suceder en esos casos, el ex presidente trató de desvincularse de esas imputaciones aludiendo desconocimiento. En 2000, renunció a la presidencia mediante una carta enviada por fax cuando había viajo a una cumbre en Brunei. En aquel momento, en Perú salían a la luz hechos de corrupción que involucraban a su principal asesor, Vladimiro Montesinos, quien actualmente cumple prisión por los mismos. Gracias a su doble nacionalidad Fujimori pudo refugiarse impunemente en Japón. No obstante, luego de cinco años regresó a Chile, desde donde planeaba hacer un retorno a la vida política peruana. Sin embargo, en 2007, tras grandes presiones, fue extraditado a Perú por orden de un tribunal de justicia.

El papel activo de los blogs y las redes sociales en este suceso

Fue el 21 de septiembre 2007 cuando ocurrió ese hecho tan poco probable. La noticia corrió rápidamente por todos los blogs y los principales medios de comunicación. Subrayo esto porque los blogs y las redes sociales como Global Voices, jugaron un papel preponderante en estos sucesos. En fecto, a través estas plataformas no gubernamentales grupos de derechos humanos y familiares de las víctimas, insistieron durante años en que el Estado a cargo de Fujimori violó las garantías ciudadanas en su propósito de combatir a los grupos rebeldes. A continuación, cito un fragmento del texto que ese día publicara Humberto Contreras en su blog El lado oscuro de la tierra:

"Cuando esta mañana leyendo los diarios on line me doy con la noticia de que la justicia chilena había concedido la extradición del ex presidente Alberto Fujimori, a los tribunales de justicia del Perú, no pude menos que exclamar a voz en cuello: ¡Gracias Chile! … Este 21 de Setiembre del 2007 tiene que ser una fecha histórica. El primer país latinoaméricano y, quizá del mundo entero, que extradita a un ex primer mandatario por delitos de corrupción y lesa humanidad. Esta resolución tiene que servir de ejemplo a toda la comunidad internacional para que los delitos contra los derechos humanos no queden impunes y puedan ser sancionados de acuerdo a lo estabecido en las jurisprudencias nacionales e internacionales. Y tengan la seguridad de que el Perú, le dará el debido proceso a este ex funcionario -cosa que él nunca hizo- cuando fue el “mandamás” en el país."

Justicia que tarda, pero llega

Sin lugar a dudas, lo que comenzó aquel 21 de Setiembre del 2007 tuvo su culminación en la condena que recibiera Fujimori el pasado martes 7 de abril 2009 por parte de un tribunal, encabezado por el juez César San Martín, en Lima. El ex presidente de 70 años, fue condenado por dos matanzas, una acaecida en Barrios Altos (Lima) en 1991, y otra en la universidad La Cantuta, en 1992. Ambas fueron protagonizadas por escuadrones de la muerte integrados por militares. También se le juzgó por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti, corresponsal por entonces del diario español El País, y del empresario Samuel Dyer, quienes fueron llevados a los sótanos del Servicio de inteligencia del Ejército, según señala la agencia AFP. La condena se eleva a 25 años de privación de libertad. El ex mandatario aún tiene pendiente otras causas por corrupción. De presentarse una apelación la misma debe desarrollarse ante un tribunal supremo y deberá transcurrir durante los próximos cuatro meses.

¿Qué nos depara el futuro? Las dictaduras en América latina no solo parecen eternizarse, sino que además repiten los mismos patrones una y otra vez. En el caso que nos ocupa, vemos a Keiko Fujimori, la hija mayor del ex jefe de Estado, devenida congresista, lanzarse a los ruedos de la alta política. Keiko, apoyada en gran medida por el legado político de su padre, se postuló recientemente para la presidencia de Perú. Se espera que el fallo contra el ex mandatario debilite su popularidad en los próximos comicios electorales.

Una lección esperanzadora se desprende de este hecho histórico. Según expertos, este suceso sentará las bases para que en el futuro se juzguen a otros jefes de gobierno que hayan incurrido en delitos semejantes. Después de leer lo que aquí acabo de exponer ustedes se preguntarán ¿cuántos crímenes de lesa humanidad no habrá cometido la dictadura de los Castro en nombre de la pretendida libertad de Cuba a lo largo de 50 años? Sin embargo, hoy tenemos la certeza de que los días de esos tiranos están llegando a su fin.

Sí, cosas extrañas ocurren a comienzos de este milenio sacudido por crisis de diferente índole: cambios en las correlaciones de fuerzas, revolución digital, la elección del primer presidente negro de los Estados Unidos. El mundo está girando vertiginosamente. Los ciudadanos de a pie han encontrado su voz gracias a las nuevas tecnologías de la información. Antes vimos al mundo movilizarse exigiendo la extradición de Pinochet, quien aludía vejez y locura para escapar de la justicia; ahora le ha tocado a Fujimori pagar por sus crímenes. Por eso hoy quiero hacer un llamado especial a todos los cubanos, ¡no podemos claudicar, este es el camino! Que nadie se quede callado, que nadie se resigne ante lo que sucede en Cuba. Pasen las noticias, escriban en sus blogs, debatan y sobre todo, adopten una postura cívica: aprendan a protestar y a reclamar libertad y democracia. Las formas de luchar también han cambiado. Lo ha probado la historia de las recientes dictaduras en latinoamerica: ¡la justicia a veces tarda, pero llega!