En días pasados prometí que publicaría los volantes que el médico y escritor cubano César Reynel Aguilera y yo repartimos durante la presentación que hiciera el Dr. Jorge Tomás Balseiro Estévez a su paso por Montreal —debidamente supervisado por la Sra. Sandra Ramírez Rodríguez, directora del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) aquí en Canadá, claro está—.
Como les había comentado, la vergonzosa gira continúa. Aquí les dejamos nuestros cartelitos, por si alguien se anima a participar en otro de esos politizados encuentros. Los invitamos a que los impriman y divulguen su contenido.
El civismo se aprende, se cultiva con acciones concretas que cuestionen y
tiendan a mejorar lo que está mal en nuestra sociedad.
Si se fijan en el video que enlacé al principio, los únicos activistas por los derechos humanos en Cuba que estábamos en esa sala de la UQÀM éramos César y yo. No necesitamos de mucho. Cada uno documentó la intervención del otro. Esto demuestra que para alzar la voz solo hay que tener deseos y buenos argumentos.
¿Por qué desarrollamos este tipo de acciones?
- Porque nos resulta inaceptable que la dictadura cubana siga vendiendole una imagen de bondad y generosidad al resto del mundo cuando tiene las manos manchadas debido a las atrocidades que comete contra su propio pueblo.
- Porque no podemos seguir tolerando que continúe exportando lo que nuestro pueblo no tiene.
Por lo mismo, también cuestionamos que haya organismos en Canadá que todavía se presten para validar ese discurso obsoleto.
Es dificil explicar por que los gobiernos de Canada siempre han soportado a los Castro y la cruenta dictadura que han impuesto al pueblo cubano por mas de medio siglo. Una explicacion poco convincente es porque algunas corporaciones canadienses se estan beneficiando al asociarse al gobierno cubano en la explotacion del sometido pueblo cubano. Debe haber otras razones para que se permita semejante propaganda mentirosa y asi se permita presentarle al publico canadiense una imagen totalmente falsa del comunismo cubano.
ResponderEliminarEstimado anónimo,
ResponderEliminarLo más triste es que ese discurso tan decadente sea validado por instituciones del saber que se supone deban mantenerse al margen de toda posición o partido. Las razones las ignoramos, como Ud. dice.
Aunque es cierto que los intereses económicos que subyacen son razones poderosas, he podido apreciar que en determinados casos las personas que están al frente de las organizaciones de apoyo a Cuba suelen padecer de ceguera.
Esos "tontos útiles" son una especie de eternos hippies que solo desean ver la imagen de una Cuba idílica, que no existe —y que de hecho, nunca existió—.
En el caso particular de Canadá —y sobre todo Quebec—, el odio hacia los EEUU y su política los hace cerrar filas y tomar posición al lado de estos absurdos.
Solo así se explica que una persona que milite por el respeto a los derechos humanos en el resto del mundo siga defendiendo con obstinación el sistema cubano.
¡Eso! Lo de ellos es hippismo barato o idealismo, o muestra de una ignorancia política de la peor calaña.
Saludos y gracias por animar el intercambio.