Architecture relationnelle 18, de Rafael Lozano-Hemmer, instalación interactiva, Quartier des Spectacles, Montreal. Fuente: macm.
Me enteré anoche. Venía con el corazón ligero, después de haber pasado un buen rato con unas amigas cubanas a las que no veía desde hacía bastante. Una de ellas, residente en Toronto, estaba de paso en la ciudad participando en un congreso y nos escribió para convocarnos a la risa, a las confidencias. La excusa era excelente.
La charla giró en torno a nuestras vidas, carreras, hijos y las inquietudes de toda madre primeriza —mi otra amiga está al final de la gestación de su primer hijo—. Como me sucede últimamente, la otra parte de la conversación se centró en el interés que suscita el trabajo de los activistas dentro y fuera de Cuba. Fue una velada muy agradable. Nada me hacía presagiar que el sabor de la noche cambiaría.
Camino a casa me encontré en medio de una instalación interactiva in situ en el corazón de Montreal, en la Place des Festivals, centro del Quartier des Spectacles. Me detuve a jugar con unos enormes reflectores de potentes luces blancas con los que se puede apuntar hacia el cielo. Se trataba de una magistral instalación Architecture relationnelle 18, del artista Rafael Lozano-Hemmer.
—"Is, llamando a Batman" (o quizá le hacía un clin d'oeil a Dios, ¿quién sabe?).
Lloviznaba. El efecto de las gotas atravesadas por la luz era de una rara hermosura.
—"Son almas suspendidas...", me dije.
Una vibración en mi bolsillo vino a perturbar mi experiencia estética. Segundos más tarde la voz de Aurora* me anunciaba el deceso de Laura Pollán, la líder indiscutible de Las Damas de Blanco.
Me quedé allí parada, sin saber qué hacer o decir. Contemplaba a la gente elegantísima salir de las salas de la Place des Arts, los veía subir a sus limosinas y autos que aguardaban para conducirlos a un destino seguro. Personas que probablemente habrían ido a Cuba a disfrutar de su sol, de sus playas... Pero que, como sucede casi siempre, ignoran el verdadero drama de ese pueblo que confiesan adorar.
¡Ah, Cuba y Quebec, mis mundos paralelos...! No se me ocurrió otra cosa que pensar que si hubiese sido el sátrapa el difunto de seguro todas las pantallas de la ciudad se habrían puesto a transmitir frenéticamente la noticia en modo "breaking news".
Pero era Laura, Laura Pollán, la dama que desde hace algunos años encabezaba un ejercito de mujeres cubanas, todas de blanco, mujeres que oponen la pureza del color de sus vestidos y creencias al odio y la maldad circundantes dentro de aquella isla olvidada por todos.
Laura Pollán es reprimida junto a otras Damas de Blanco frente a su casa el pasado 24 de septiembre por fuerzas represivas del régimen cubano. Foto: EFP, en El Universal. Fuente: La revolución de los gladiolos.
No dejaba de visualizar las imágenes del último acto de repudio frente a su casa. Testimonios gráficos en los que Laura Pollán aparecía comprimida por la muchedumbre contra un muro. En mis oidos resonaba el rugido de la asquerosa multitud coreando: "machete, machete, que son pocas...".
Desde el autobús en el que viajaba envié mensajes de condolencia a amigos y bloggers cubanos por SMS. Al llegar a casa ni siquiera tuve fuerzas para abrir mi Macbook.
—"No es justo", dijeron mis hijas cuando les comuniqué la triste nueva.
No, no lo es, pero es un hecho: la vida en este mundo en donde las diferencias son cada vez más más brutales pocas veces es justa. Y para reafirmarlo hoy me llegó una invitación, como una burla macabra, de parte del Observatorio de las Américas.
El próximo 17 de octubre estará en la UQÀM Jorge Tomás Balseiro Estévez, miembro de la misión internacionalista médica cubana en Haití. El viejo cuento de la medicina cubana —la más generosa y desinteresada del mundo—, ahora en una presentación oficial coordinada por la directora del ICAP en Canadá, Sra. Sandra Ramírez Rodríguez. ¡Que ni siquiera fuera de Cuba nos dejan descansar de su real propaganda!
Y yo me pregunto, ¿con qué vergüenza pueden estas personas seguir defendiendo lo indefendible? Después de los muertos de Mazorra, después de no haber podido salvar a Orlando Zapata Tamayo —a quien le destrozaron los riñones a golpe limpio y a fuerza de quebrarlo físicamente negándole hasta el agua en las cárceles cubanas—, luego de la muerte de Juan Wilfredo Soto García (El Estudiante) —quien fue golpeado en un parque de Santa Clara de tal forma que le provocaron una pancreatitis aguda— y cuando ahora, para colmo de males, también cargan con la bochornosa muerte de Laura Pollán Toledo recién fallecida en otro hospital cubano.
Todos estos son hechos han transcurrido en el lapso de poco más de un año. Todos están relacionados con la medicina cubana, con la negligencia y el abuso de un gobierno ineficaz.
Laura Pollán fue maestra de letras. Una sencilla mujer de edad madura que un día decidió vestirse de blanco y armarse con gladiolos para oponer resistencia pacífica a un gobierno misógino y obsoleto que había decidido reafirmar su arrogancia encarcelando durante la Primavera Negra de Cuba (2003) a un grupo de 75 opositores entre los que se encontraba Héctor Maseda, esposo de Laura.
Poco tiempo después un grupo de féminas —madres y parientes de estos prisioneros de conciencia— se aglutinarían alrededor de las figuras de Laura Pollán y Berta Soler formando el movimiento conocido como Las Damas de Blanco. Sobre la marcha se les irían sumando muchas otras, las llamadas Damas de Apoyo, mujeres que constituyen un escudo humano durante las caminatas que realizan al dirigirse a la iglesia.
Se trata de una revolución tranquila que muchos coinciden en llamar La Revolución de las Mujeres. Un movimiento cívico impulsado por féminas que han ido saliendo a las calles en toda Cuba, mujeres que al igual que Laura un día elegieron ir por la vida portando como único escudo la dignidad que le falta a todo nuestro pueblo.
La pérdida de esta mujer de gran calibre humano nos deja a los cubanos demasiado huérfanos. No dudo ni por un instante de la continuidad de su labor. Laura Pollán marcó para siempre la historia de nuestra asfixiada isla jugando un papel esencial en el fortalecimiento de la sociedad civil cubana.
Hoy, al detenerme a pensar en su drama personal, en el de
su familia, constato que resulta imposible descontextualizar su figura, pues es una con sus hermanas de lucha, con su causa a la que le entregó sus últimos años, su salud, su vida.
Si el gobierno cubano creyó que apagándola físicamente acabarían con ella se equivocó. El relevo está garantizado. Como declaró Berta Soler recientemente, las Damas de Blanco desfilarán mañana, como cada domingo. Y esta vez lo harán en honor a la fundadora y portavoz de ese movimiento, nuestra querida Laura Pollán.
Es imposible no pensar en lo absurdo de esta muerte, en las penosas y turbias circunstancias que acompañan la noticia. Porque tratándose del régimen cubano hoy todo es posible.
Como señaló Yoani Sánchez en un post publicado en su blog Generación Y con motivo de la muerte de Pollán, el problema de Cuba se ha convertido en un asunto de índole moral. No sólo para los cubanos que mueren día a día consumidos por la inacción y el Statu quo que impone el régimen de La Habana, sino tambien para toda la comunidad internacional que vergonzosamente calla ante tanto atropello e impunidad.
A Héctor Maseda, esposo de la valiente mujer que fue Laura Pollán, a su familia, a sus hermanas y hermanos de lucha van dirigidos mis pensamientos, mis torpes palabras de solidaridad y consuelo.
Hoy en la noche, cuando divise los ases de luz blanca proyectados por una multitud anónima a lo lejos en el firmamento de Montreal, me será imposible no pensar que una de esas almas suspendidas puede ser la tuya. Porque hay personas que solo conocen el amor. En un mundo donde se ha institucionalizado lo feo y lo burdo tú fuiste una de esas pocas que generaron luz, que supieron engendrar la belleza. Por eso esta noche mi oración será para ti, Laura Pollán que estás en el cielo.
(*) La periodista y traductora Aurora Morera es la administradora de la plataforma Voces Cubanas.
DESDE ESPAÑA COMO CUBANAS EN EL EXILIO NOS UNIMOS A LA DOLOROSA PERDIDA DE UNA VALIENTE Y LUCHADORA MUJER (LAURA POLLAN)
ResponderEliminarGracias por esas palabras de solidaridad. El dolor es muy grande y lo peor, el pueblo cubano continua en su marasmo existencial. ¿Hasta cuándo, es la pregunta obligada? Mientras, a esperar las imágenes de hoy que nos mostrarán a esas incansables mujeres en su luto, todas de blanco, recorriendo el camino habitual para hincarse ante una santa que aún alimenta su fe. Ese camino que desde ya deberiamos bautizar como la "Ruta de la dignidad". Saludos.
ResponderEliminarAsí es, Is, ¿hasta cuando?
ResponderEliminarPrecioso tu post. Expresa mi sentir y el de muchísimas mujeres cubanas.
¡Ay, Vero! Tú estabas entre esas personas a las que les escribí desde el bus porque necesitaba "conectar" con un alma hermana. Estoy inconsolable. Hoy fui con las nenas a un parque de diversiones y mentalmente no estaba allí. Estaba más gris que la tarde con todas sus nubes. Un abrazote.
ResponderEliminar