La noticia que acabo de publicar sobre la expulsión de los diplomáticos libios del suelo canadiense marca el retorno de mis prolongadas vacaciones del blogging. ¡No me negarán que entre el estrés generado en los últimos días por la crisis financiera y la debacle de nuestro mundo cubensis esta es una nota más bien optimista!
A los que han tenido la perseverancia de seguir pasando por aquí casi a diario, ¡mil gracias por su constancia! Y otras mil disculpas por tanto abandono de mi parte sin que mediase una explicación previa. Esto es algo imperdonable para un comunicador.
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