martes, 18 de mayo de 2010

La educación socialista en Cuba: ¿Punta de lanza del sistema o espejo del fracaso?





«Yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre»


Cada día que pasa al gobierno cubano le va siendo más difícil  sostener las mentiras que han constituido sus puntas de lanza. Me refiero a las tan cacareadas conquistas en la salud y  la educación.

En lo que respecta a la primera, sobran los ejemplos. Basta observar (porque una imágen vale más que mil palabras) los videos o galerías de instantáneas que pululan en la red con fotos del lamentable estado de los hospitales cubanos para darse cuenta de que los hospitales que filmó Michael Moore no son los del pueblo. 

Y si eso fuera poco, el desastre de Mazorra, en el que perecieron por hambre y frío más de 30 pacientes del Hospital Psquiátrico de La Habana a principios de año y por el que aún no ha rodado la primera cabeza ministerial, no deja margen al error. Las conquistas de la mal llamada revolución cubana se han vuelto humo.

Pero entremos de lleno en el asunto de este post. Se trata de la segunda punta de lanza de la revolución, tema que por estos días está haciendo noticia en los titulares de Granma. Un tema viejo y vetusto como el sistema que lo engendró. Me refiero a la magnitud del desastre de la educación en la Cuba socialista. 

Para nadie es un secreto que esto es producto de los malos métodos y las pésimas decisiones que se han tomado a lo largo de 50 años en materia de educación. 

Sería interminable enumerar los errores cometidos en el campo de la educación cubana después del 59 . Empezando por la creación de las escuelas al campo, la formación de los profesores makarenko, la supresión de los pre en la calle hasta llegar, de forma más reciente -para ser más exactos, tras el exodo masivo de profesionales después de los años 90-,  a los profesores emergentes y los métodos populistas que preconizan la enseñanza teledirigida.

Como no podía ser de otra manera, la sustitución de ideologías trajo consigo otro adoctrinamiento. Así, los  valores del hombre nuevo fueron ligeramente perceptibles entre los primeros graduados,  cuando a algunos aún les era posible creer en la revolución. 

Sin embargo, como todo lo que echa raices en la mentira, actualmente sólo reconocemos en la mayor parte de los jóvenes cubanos una ausencia total de buenos valores, un culto al oportunismo y un desprecio garrafal por el saber y el conocimiento.

De esta manera, hoy, la educación socialista en Cuba se convierte en un espejo que nos devuelve la imagen cabal de un sistema fracasado y corrupto, apuntalado a golpes de estadísticas infladas. 

No es de extrañar que al intentar hacer las cosas correctamente, más del 80 % de la población estudiante en edad de pasar a la enseñanza técnica superior o universitaria haya suspendido los exámenes de ingreso de matemáticas. De los resultados de español e historia tuve una muestra el año pasado y casi muero con los aportes hechos a ambas disciplinas.

El video que sigue lleva algunos días circulando en la red. Me ha parecido apropiado para ilustrar este post. No debe verse como un intento por burlarse de los cubanos, sino como una pequeña muestra del desastre. Es evidente que muchos de los que responden a las preguntas de los entrevistadores trabajan en educación. Esto puede darnos una idea del nivel cultural de quienes "educan" a los muchachos cubanos.

Eso sí, una cosa queda clara al final del video: Que la culpa de todo la tiene el imperialismo yanki, que los EE.UU. son prepotentes y que ellos (léase los Cubanos) son los más bárbaros... ¡Sí, así es,  no caben dudas! ¡Nunca mejor dicho!

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