Hace tiempo que somos como niños y no podemos decir lo que pensamos o
imaginamos. Cuando el censor desaparezca ¡porque alguna vez sucumbirá
demolido por una autopista! estaremos decrépitos y sin saber ya qué
decir. Habremos olvidado el cómo, el dónde y el cuándo y nos sentaremos
en una plaza como la pareja de viejitos del dibujo de Quino que se
preguntaban: "¿Nosotros qué éramos...?"
María Elena Walsh
Quizá para muchos cubanos de mi generación el nombre de María Elena Walsh no signifique mucho. Acostumbrados a la falta de información con que crecimos esto no sería el peor de los pecados. Sin embargo, estoy segura de que los personajes de sus obras infantiles y su poesía de baby flower nos acompañarán por siempre. ¿Quién de los nacidos en la década de los 70 no recuerda a Perro salchicha, la Canción del jardinero o la del brujito de Gulubú, su famosa Canción de la vacuna?
En medio de una lluvia de animados socialistas —los llamados "muñequitos de palo"—, muchos de estos temas eran convertidos en video clips por artistas del Instituto cubano de la Radio y la televisión (ICRT). Ellos aportaban una nota divertida a nuestras cronometradas tardes infantiles delante de la pantalla de los televisores rusos.
¿Por qué decido celebrar hoy la vida de María Elena Walsh? Porque un día como hoy —pero en 1930— nació esa gran artista en el barrio de Mendoza, Argentina.
María Elena Walsh fue criada en un ambiente liberal donde estuvo en contacto con todas las criaturas y la naturaleza que más tarde poblarían sus obras. Todos coinciden en señalar que de joven era tímida y rebelde y que leía mucho. Indudablemente, esta mezcla daría sus frutos pues fue una escritora precoz.
Comenzó a publicar a los 15 años con colaboraciones para la revista "El Hogar" y el diario "La Nación". Dos años más tarde, siendo aún estudiante de la Escuela Nacional de Bellas Artes, su libro "Otoño imperdonable" recibía el segundo Premio Municipal de Poesía. El jurado declaró que no le otorgaban el primer premio debido a su juventud.
Sin embargo, "Otoño imperdonable" fue aclamado por la crítica y recibió el reconocimiento de grandes escritores de hispanoamérica como Juan Ramón Jiménez, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Eduardo Gozález Lanuza y Pablo Neruda.
A partir de ese momento la autora pasó a convertirse en una figura pública. Sus ensayos y textos comenzaron a aparecer en diferentes publicaciones.
Sin embargo, "Otoño imperdonable" fue aclamado por la crítica y recibió el reconocimiento de grandes escritores de hispanoamérica como Juan Ramón Jiménez, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Eduardo Gozález Lanuza y Pablo Neruda.
A partir de ese momento la autora pasó a convertirse en una figura pública. Sus ensayos y textos comenzaron a aparecer en diferentes publicaciones.
Luego, con solo 19 años, fue invitada a Estados Unidos por Juan Ramón Jiménez, genuino admirador de su obra quien luego intententó destruirla emocional y artísticamente. A pesar de la sombra de éste, Walsh supo vencer su influjo negativo y continuar su carrera.
También logró desprenderse del asfixiante clima político argentino en el que sólo se podía ser peronista o antiperonista. Eso por no hablar de las rígidas normas de conducta social... Fue así como en los años 50 se autoexilió en París, junto a Leda Valladares, con quien conformaría el dúo de música folclórica "Leda y María". Por esa época comenzó a escribir sus versos para niños.
También logró desprenderse del asfixiante clima político argentino en el que sólo se podía ser peronista o antiperonista. Eso por no hablar de las rígidas normas de conducta social... Fue así como en los años 50 se autoexilió en París, junto a Leda Valladares, con quien conformaría el dúo de música folclórica "Leda y María". Por esa época comenzó a escribir sus versos para niños.
Su obra infantil —compuesta por canciones, poemas y guiones de televisión— está impregnada de belleza y fantasía. Así, dueña de un estilo muy propio donde el lirismo y el absurdo se dan la mano, ha logrado trascender diferentes generaciones y fronteras hasta nuestros días.
María Elena Walsh recibió numerosos homenajes en vida, entre ellos el de ser nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1985), Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba (1990), entre otros. En 1994, pudo ver publicada la recopilación de sus canciones para niños y adultos. Luego, en 1997, se estrenó una película inspirada en su personaje de la tortuguita: Manuelita, ¿dónde vas?
Pero pienso que más allá de los homenajes puntuales su éxito fue rotundo, pues a lo largo de su carrera publicó más de 50 libros y 20 discos.
Pero pienso que más allá de los homenajes puntuales su éxito fue rotundo, pues a lo largo de su carrera publicó más de 50 libros y 20 discos.
Esta prolífica mujer murió el 10 de enero de 2011, a la edad de 80 años. Me alegra saber que su vida fue una constante espiral llena de retos, que supo vencer sus miedos y no cejó hasta encontrar una voz propia. Que hizo a un lado las convenciones sociales que condenaban su sexualidad, que a pesar de su amor a la naturaleza y los niños siempre fue una mujer de su tiempo pues alzó su voz para condenar duramente a las dictaduras de turno en America latina.
María Elena Walsh, circa 1971. Fuente: wikipedia
También fue una feroz defensora de nuestra lengua, como lo evidencia su artículo La eñe también es gente, en el que se bate por la utilización de la emblemática letra del español en Internet.
Todo eso y más nos dejó esa mujer increible que marcó nuestros días de infancia. A mí me enorgullece sentirme heredera de su legado.
Hoy, escribiendo este post, recuerdo especialmente a uno de esos amores de juventud —tan semejante a Juan Ramón Jiménez—, una de esas personas que se empeñan en reducirnos, un ser que condenaba mi frivolidad porque todavía me gustaban "los muñequitos" siendo ya bastante grande.
Me pregunto si esa persona sabrá que sin quererlo, algunos de los versos de la Walsh —esa hacedora de cantos y mundos para niños— se convirtieron en temas emblemáticos de la canción protesta latinoamericana. Temas tan actuales como este que aquí les dejo a manera de despedida, para avivar nuestra esperanza.
Canción de cuna para un gobernante
(María Elena Walsh)
Duerme tranquilamente que viene un sable
a vigilar tu sueño de gobernante.
América te acuna como una madre
con un brazo de rabia y otro de sangre.
Duerme con aspavientos, duerme y no mandes
que ya te están velando los estudiantes.
Duerme mientras arriba lloran las aves
y el lucero trabaja para la cárcel.
Hombres, niños, mujeres, es decir: nadie,
parece que no quieren que tú descanses.
Rozan con penas chicas tu sueño grande.
Cuando no piden casas, pretenden panes.
Gritan junto a tu cuna. No te levantes
aunque su grito diga: “Oíd, mortales”.
Duérmete oficialmente, sin preocuparte,
que sólo algunas piedras son responsables.
Que los lirios del campo no tienen hambre,
que ya te están velando los estudiantes .
Y el lucero trabaja para la cárcel.
(Fuente: wikipedia y mariaelenawalsh.com )
Yo la adoro también. Tengo casi todos sus libros y un disco que no me canso de escuchar.
ResponderEliminarGracias por este post tan bello.
Muchos besitos.
Oye, después de leer el comentario que escribsite en fb hace un rato vine a buscar el link. Y descubrí que la hermanita ya había hecho su lectura ;-) Sí, esta mujer es grande entre las grandes. Otra cosa linda que compartimos las pomponas, ¡jijiji! Besos.
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