Bajo el título Jama y Libertad el poeta Jorge Salcedo y otros bloggers nos invitan a unirnos a una campaña de solidaridad con Juan Carlos González Marcos, alias Pánfilo, el desinhibido personaje que meses atrás saltara a la fama en You Tube posando ante una cámara mientras con gran aspaviento le gritaba al mundo una verdad de Perogrullo: (en Cuba)¡hay tremenda hambre! ¡Lo que hace falta es jama!
Todos sabemos de las sucesivas apariciones del Sr. González ante las cámaras de las televisoras extranjeras que lo buscaban luego para reproducir el fenómeno mediático y aumentar su tele audiencia sin detenerse a pensar en las posibles consecuencias. No olvido su cara sobria mientras nos alertaba sobre el peligro que corría tras el imprevisto giro que tomó la situación al hacerse públicas sus primeras declaraciones. Claro, nadie escuchó. De este modo todos fuimos un poco cómplices con nuestra risa, con nuestro relajo insular característico.
Hoy, Juan Carlos González, ese hombrecillo que por su apariencia y su forma de expresarse bajo los efectos del alcohol me recuerda a los personajes del teatro vernáculo cubano, cumple una condena absurda de dos años en una cárcel de alta peligrosidad. Pánfilo, más cercano al arquetipo del antihéroe, ha pasado a ser el símbolo de toda una nación. Y para aquellos que se horroricen ante esta aseveración sólo les recuerdo unas simples verdades.
Ningún gobierno tiene derecho a impedir que un hombre exprese lo que siente. Y nosotros, cubanos, aún estando a cientos de millas de la isla que nos vio nacer seguimos sintiendo terror de firmar declaraciones de solidaridad, seguimos con hambre de justicia y lo que es peor, continuamos callando. Tenemos la boca cosida y las manos atadas. Aún estando lejos, donde nos creemos a salvo, aquel gobierno fascista sigue actuando sobre nuestras mentes de forma macabra a través del miedo, el chantaje y la coacción. Ha tenido que aparecer un borrachito en la palestra pública a gritar las verdades que a nosotros muchas veces se nos atragantan.
Hoy, ante la invitación de estos bloggers, me gustaría sentir que todos somos Pánfilo.
II.
Hace días me persigue la imagen insistente del final de V for Vendetta, un filme que les recomiendo porque refleja algo que todos hemos sufrido en carne propia: un obsoleto sistema totalitario en fase de metástasis. En este filme vemos cómo un hombre –aparentemente vencido- destruye todos los mitos del poder en una supuesta Inglaterra. Aquel hombre que se hacía llamar V había sido víctima de un experimento inhumano, por lo que necesitaba llevar un disfraz con una máscara permanentes. Fue así como se convirtió en un héroe híbrido: suerte de Edmundo Dantés y El Zorro. Por más que la truculenta maquinaria del poder se empeñó en reducirlo, él supo utilizar las mismas armas de las que se valieron los gobernantes para inmortalizarse en el poder y sembrar el terror a través de los estados de opinión: los medios de comunicación. Para darse a conocer y llevar a cabo su cometido V pasaba por la televisión. Y así, poco a poco, mediante acciones puntuales lo fue logrando. Tanto trataron de desprestigiarlo que sólo consiguieron aumentar el interés de todo el país por este singular personaje. En la escena final toda la ciudad asiste a su último acto disfrazado como él. Era algo realmente hermoso ver aquel performance en el que todo un pueblo llevaba el mismo disfraz de V, de modo que todos eran lo que el gobierno quería aniquilar.
El mensaje, cubanos, es simple: ¡no pueden encarcelar ni asesinar a todo un pueblo por enunciar su verdad!
Así sueño yo este acto de solidaridad en el que todos los cubanos seamos Pánfilo. Para quiénes aún se pregunten por qué deberíamos hacerlo les recuerdo que casi todos tenemos una madre, un hermano o un amigo que ha quedado atrás y "(...) donde está nuestro tesoro, allí también está nuestro corazón” (Mt. 6, 19-23).
Entonces, cubanos, ¿somos o no somos Pánfilo? De alguna manera, todos tenemos hambre de justicia, todos somos víctimas de la misma política, todos andamos desperdigados por el mundo a causa del mismo desgobierno.
Este blog y su autora suscriben totalmente a la campaña Jama y Libertad, no por el glamour de quien está detrás, no por una cuestión de estar in o por simple simpatía. Me uno a quienes elevan su voz sin miedo y firman y proclaman en voz alta los derechos que nos son negados a todos los cubanos sin importar el sitio donde hoy nos hallamos porque todos somos Pánfilo. Cubanos, ¡basta ya de súplicas! ¡La libertad no se mendiga, se conquista!
¡JAMA Y LIBERTAD!
Isbel Alba, Montreal, Canada.
Comparto totalmente tu texto estimada Isabella. Todos fuimos Panfilos. Los 11 millones de cubanos en la Isla actualmente son tambien Panfilos.
ResponderEliminarHola Eufrates, muchas gracias por su comentario y su apoyo a esta causa que es la de todos los cubanos que aman y defienden la libertad. Un abrazo.
ResponderEliminarla jama y la libertad; la una alimenta al cuerpo y la otra al alma... mucho alimento necestita el hombre... mucho... esta campana solidaria sin duda alimenta al alma de la patria y dice mucho bueno de nuestros compatriotas.... ya panfilo es un simbolo y una verdad arrolladora....muy buena la reflexion de chez
ResponderEliminarGracias Maestro, por pasar y comentar. Estoy trabajando en lo que le prometi. Un abrazo.
ResponderEliminarVIVA PANFILO Y SU PEDIDO DE JAMA !!!! ABAJO LA REPRESION COMUNISTA QUE ENCADENA DESESPERADAMENTE HASTA LOS BORRACHOS SINCEROS, VIVA LA LIBERTAD !!!
ResponderEliminarAsí es, anónimo, ¡viva la libertad!
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