Nuestro segundo día en Rio tuvo la peculiaridad de reunir por una rara ocasión a todos los que participamos a través de nuestro programa de estudios de museología en LASA. Salimos de Ipanema a medio día acompañados por Leandro, un carioca que trabaja para Afro Reggae y que habita en una de las tantas favelas de Rio de Janeiro. Por él y por Éve, una quebequense que vive allí desde hace algunos años y que también trabaja para ese grupo, supimos que tras la aparición del libro, las telenovelas y el filme Cidade de Deus (Ciudad de Dios) la atención internacional se centró en la realidad que se vive en estas ciudadelas.
No obstante, como la película sólo ofrecía una visión extremadamente desalentadora de la vida en esos lugares, tuvo repercusiones negativas en los habitantes de las favelas. En respuesta a eso, un grupo de activistas sociales y artistas con la ayuda de representantes de la comunidad, decidieron implantar Afro Reggae, organismo cultural sin fines de lucro que integra a través de la música y la danza, a niños y jóvenes en talleres y actividades culturales.
No obstante, como la película sólo ofrecía una visión extremadamente desalentadora de la vida en esos lugares, tuvo repercusiones negativas en los habitantes de las favelas. En respuesta a eso, un grupo de activistas sociales y artistas con la ayuda de representantes de la comunidad, decidieron implantar Afro Reggae, organismo cultural sin fines de lucro que integra a través de la música y la danza, a niños y jóvenes en talleres y actividades culturales.
Según nos explicó Éve, en Brasil los niños sólo van a las escuelas públicas durante escasas horas en la mañana y luego, como sus padres trabajan, muchos permanecen solos en la casa o en la calle hasta que sus parientes regresan al hogar. Esta situación se torna crítica en las favelas, lugares que como se sabe están controlados por narcotraficantes y comerciantes de armas pues los menores muchas veces ceden ante las presiones sociales e intervienen en actividades delictivas.
Tal como lo muestra el cartel de Favela Rising, un filme que narra los orígenes de Afro Reggae de la mano de Anderson Sa -antiguo narcotraficante que perdiera a familiares y amigos en un tiroteo que cambió su vida para siempre-, durante mucho tiempo los niños eran quienes hacían señales aéreas con sus papalotes para pasar la voz de alerta sobre lo que ocurría en las favelas (presencia de policías en redadas, movimiento, envíos de cargamentos, etc.). Hoy en día ese método ya no se utiliza, pero nos da una idea cabal de la implicación de los menores en ese tipo de actividades.
No obstante, en estos sitios se desarrolla la vida de miles de familias a pesar de la violencia que impera. Las personas, como en todo asentamiento social, tienen sus costumbres y tradiciones que preservan por encima de toda adversidad. Poner de manifiesto y valorizar esa herencia cultural a los ojos de las nuevas generaciones para hacerlos conscientes de la existencia de otra realidad es la razón de ser en la que se ha centrado la labor de este grupo de activistas.
Luego de siete años de existencia y labor ininterrumpida bajo los lemas: "música para combatir la violencia" y "arte para transformar la realidad", el grupo cultural Afro Reggae ha logrado afianzar un prestigio que lo precede. Su música es un cross-over de reggae, latin y hip hop con letras de alto contenido político. El grupo realiza presentaciones locales e internacionales y ya cuenta con varias filiales en otras favelas. Sin duda, se trata de la organización cultural sin fines de lucro más reconocida en todo Brasil. Prueba de que aún en las peores condiciones siempre hay un camino para mejorar la esperanza de vida y hacer florecer la dignidad en los seres humanos. Una muestra contundente de que el arte es un terreno fértil para la utopía, de que la cultura puede ser el puente para acercar a los opuestos dejando atrás las diferencias que nacen de los prejuicios sociales.
Espero que la estes pasando bien en Rio, Isa.
ResponderEliminarSaludos desde Londres.
Cuban, la pasé muy bien. Tengo parados los post que retomo esta misma noche. Estuve por Quebec a mi regreso y luego, entretenida con el Jazz Fest de Montreal; mostrándole mi linda ciudad a un amigo que estaba de visita por acá. Saludos para ti.
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