Y como además tuve la inmensa suerte de formar parte de la primera cohorte de estudiantes que pasaron este curso experimental de formación profesional —curso que para colmo será acreditado GRATUITAMENTE por el Ministerio de la Educación de Québec—, casi que me resultaba irresistible inscribirme.
(Como ven, no sólo en Cuba la educación es gratuita. Y esto lo digo a pesar del prolongado conflicto entre los estudiantes y el gobierno —debido al aumento de los costos de escolaridad— que vivimos actualmente por estos lares, cosa que con tanto placer ha estado reportando el NTV cubano en los últimos días. Pero este es un tema que merece atención especial y un post aparte. Volveré sobre ese asunto en otra entrada. ¡Prometido!)
Esta fue una experiencia hermosa que me permitió ampliar mi cultura culinaria y hacer nuevos amigos. Aquí no sólo aprendí sobre los diferentes tipos de servicio (internacional, a la francesa, a la inglesa, a la rusa). El curso también me permitió intercambiar con chefs, me dio nociones sobre las combinaciones de alimentos y bebidas.
Pero sin duda lo que más aprecié es haber tenido la posibilidad de asistir a los cursos de bar con los sommelier, con lo cual pude conocer más sobre el origen y la fabricación de vinos, licores y cervezas.
Como suelo decir, aprender nunca está de más. Pero cuando ese aprendizaje viene aparejado de placer, es siempre mucho más grato.
Para los que estén interesados en obtener un DEP, nuestro curso tuvo tanto éxito que se repetirá en septiembre. La formación seguira siendo gratis, al menos por ahora.
¡Prepárense! Ahora sí que se darán gusto con mis recetas ;-)